Soy corrector editorial, y me desempeño con mucho disfrute como corrector de cabecera de un sinnúmero de escritores y novelistas de distintas ciudades de Hispanoamérica, España y Estados Unidos, y con algunos latinoamericanos residentes en otras latitudes del planeta. Me gustaría mucho que me contactes y te sumes a los autores satisfechos que han confiado en mi trabajo; en la página principal de este sitio, he compartido (y lo sigo haciendo poco a poco) los testimonios de algunos de ellos. Por si te lo preguntas, te comento brevemente que un editor de textos no solo se desempeña como corrector ortotipográfico y de estilo, sino también de la estructura de la trama, de la construcción de los personajes, el punto de vista, la voz, el ritmo. Es un trabajo colaborativo entre autor y editor.

Como dato adicional, te cuento que soy miembro de Ascot Perú (Asociación de Correctores de Textos del Perú), y de RedActe (Red de Asociaciones de Correctores de Textos en Español de Iberoamérica: Argentina, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Ecuador, España, Estados Unidos, México, Perú, Uruguay, Venezuela).  Asimismo, soy editor de textos y corrector editorial acreditado por la Dirección de Industrias Culturales y Artes del Ministerio de Cultura del Gobierno del Perú y por Penguin Random House Grupo Editorial; certificado por La Escuela de Edición de Lima, la Universidad Autónoma de Barcelona, la Universidad del Salvador (Argentina), la escuela para escritores y editores Cursiva (España), entre otras instituciones.

He trabajado en distintos proyectos editoriales, junto con autores peruanos, españoles, ecuatorianos, colombianos y norteamericanos; y la lista sigue creciendo. Mi especialidad es la corrección de narrativa, pero he trabajado textos profesionales y ensayos, incluso poemarios.

Les ofrezco, a todos  aquellos autores peruanos que han optado por la autopublicación, mi sello editorial «dos palabras», incluso a aquellos correctores que necesiten aparecer en los créditos de las obras en las que han participado; el autor o escritor no necesitará preocuparse por los trámites necesarios que se deben realizar en la Biblioteca Nacional del Perú: yo me encargo de la obtención del ISBN y del código de barras. Asimismo, a los autores y escritores les ofrezco, de manera opcional y sin compromiso alguno, una red de profesionales encargados de la diagramación, conversión a libro electrónico, impresión y distribución (cada servicio se cotiza por separado y con el profesional correspondiente). 

Crear un libro es el arte de preocuparse por los detalles; resolver y lograr el equilibrio y la belleza a la hora de escribir, revisar, corregir, editar y publicar una obra literaria, un libro bien hecho, una edición cuidada y armoniosa, que dé gusto leer, mirar y sostener entre las manos. En su creación intervienen la pasión y la inteligencia; un reto que se supera con elegancia y disciplina.

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Contáctame:

«La redacción es una de las principales herramientas para alcanzar los objetivos de comunicación; una competencia que permite destacar y diferenciarse».

La redacción es una de las principales herramientas para alcanzar los objetivos de comunicación; una competencia que permite destacar y diferenciarse. Encontré en la redacción y la corrección una tarea muy gratificante y placentera. Por ello —y para ello— decidí capacitarme. Necesitaba especializarme. Así que me matriculé en diversos cursos de periodismo y creatividad en distintas universidades. Es muy importante el tipo de formación adquirida en el colegio y, por supuesto, en casa. Eso es algo que me ha servido mucho; siempre había libros en nuestros estantes. Una de las cosas que recuerdo de mi infancia es que me gustaba caer enfermo para quedarme en cama, porque mi papá siempre me llevaba muchos libros; nuevos y los mismos libros que él había leído a mi edad. 

Me encanta conocer aquellos detalles ocultos; aquella «historia detrás de la historia». Disfruto ver, leer y oír temas relacionados al pasado de la humanidad. Habitualmente escribo sobre esos temas. Lo hago en un cuaderno y luego lo transcribo a mis redes sociales. Son comentarios y resúmenes de temas de mi interés personal; sé que siempre habrá alguien agradecido por los temas que comparto.

Prefiero emplear un lenguaje alturado, ecuánime y alejado de desaforos verbales; mi estilo puede ser irónico como mucho, pero formal y, en algunos casos, busco rescatar palabras olvidadas: construcciones sintácticas en «vías de extinción».

Gracias al alcance que nos brinda la digitalización, las redes, la tecnología, fui contactado e invitado para participar en un proyecto literario. El primero de todos. Alguien me había leído y me había recomendado. El disfrute por escribir y compartir breves historias había surtido efecto. Se trataba de la revisión de un manuscrito, una bella compilación de memorias sobre aventuras de viaje y vivencias personales. Para empezar, ofrecí revisar el primer capítulo a manera de muestra de lo que podía ofrecer; y tras la aprobación y deleite del escritor realicé la corrección del texto completo.

En pleno trabajo de la tarea encomendada, algo se gestó en mí. Estaba tomando una decisión y asumiendo que algo muy bueno y nuevo estaba empezando. Ejercer una profesión implica el compromiso de formarse; no solo basta sentirse como pez en el agua. Fue así que me decidí. Me inscribí en cursos y talleres de corrección, normativa, narrativa, edición, etc. Llegaron más proyectos y propuestas. Pero era necesario acercarse a más personas. Fue así que nació la idea de este blog, mi blog de corrección de textos.

«Es importante que alguien controle la calidad de los textos. Su publicación exige un mínimo de cuidado que le garantice al lector que está recibiendo un texto escrito con la ortografía adecuada, los párrafos bien estructurados y también con sentido completo».

Para concluir, cito a la lingüista peruana y profesora de corrección de estilo, Sofía Rodríguez; sobre la corrección de estilo nos dice: «Es importante que alguien controle la calidad de los textos. Su publicación exige un mínimo de cuidado que le garantice al lector que está recibiendo un texto escrito con la ortografía adecuada, los párrafos bien estructurados y también con sentido completo».

 

Consejos para escritores y novelistas:

(Crédito: Gustavo Rodriguez, escritor peruano).

1.- Nunca te sientes a planificar qué mensaje quieres dar con tu ficción o qué mensaje quieres lograr con ella; un buen relato jamás es propaganda.
2.- Si te preocupa el fantasma de la hoja en blanco, quizá te sirva hacer un diagrama de lo que le va a ocurrir a tus personajes antes de escribir tu historia. De esa manera tu preocupación sobre qué escribir se reducirá a «cómo escribir».
3.- Nunca juzgues a tus personajes, a lo mucho que ellos se juzguen entre ellos. Procura ser un autor amoral.
4.- Piensa en rasgos distintivos para tus personajes: tics, manías, muletillas, marcas. Todo aquello que los revele vulnerables y por lo tanto más reales.
5.- Para conseguir una mayor ilusión de verosimilitud, procura estar alerta con todos los sentidos. Un campo no solo es luz y color, también es el aroma de la yerba segada, el olor a humo de leña, un gallo que canta, la astilla que molesta en la yema del dedo.
6..- Corrige mucho con la sensación placentera de estar puliendo las imperfecciones de una vasija, y ponle especial atención a las redundancias y a los lugares comunes.
7.- Lee tus diálogos en voz alta; si algo te suena forzado, corrígelo o hazlo parte de la voz narrativa.
8.- Piensa que tu lector siempre será más inteligente que tú; la sobreexplicación ofende, resta elegancia; y además, la vida jamás trae pies de página.
9.- Procura no explicar cómo se sienten tus personajes; que sean ellos a través de sus acciones y pensamientos los que le den la pista al lector (que tu personaje nunca diga «Estoy furioso», haz que rompa una silla).
10.- Nunca busques impresionar a nadie; ningún critico literario, ningún profesor, ningún amor por conquistar merece que contamines tu propia manera de contar tu mundo con referencias que no te son genuinas.

 

 

Aquí me tienes, dispuesto a trabajar en equipo como escritor y corrector. Intervenir las creaciones literarias para lograr la calidad que merecen tus lectores.